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Todos los mensajes que nos llegan sobre los vehículos enchufables nos pintan una realidad de color de rosa. Pero también hay problemas... y no menores.

¿Caro, Contaminante y sin Cargadores? La cara C del coche eléctrico

Todos los mensajes que nos llegan sobre los vehículos enchufables nos pintan una realidad de color de rosa. Pero también hay problemas... y no menores.

Todos los mensajes que nos llegan sobre los vehículos enchufables nos pintan una realidad de color de rosa. Pero también hay problemas... y no menores. Por eso, esta semana, Nuria Richart y Domingo Soriano nos muestran cuál es la "cara C" del coche eléctrico: Caro, Contaminante y sin Cargadores.

En una de las últimas pizarras de 2022, ya tratamos la cara B: ésa que nunca nos enseñan y que tiene que ver con las consecuencias medioambientales de la producción de los coches eléctricos. Porque producir uno de estos vehículos requiere de una enorme cantidad de minerales (más minerales y más cantidad de cada uno de ellos que un coche de gasolina). Por eso, en aquel momento nos preguntábamos si seremos capaces de encontrarlos y extraerlos y cuánto nos costaría hacerlo.

Hoy la pregunta es diferente: incluso si conseguimos esas materias primas, ¿qué implicaciones tendrá en el presupuesto hacer una transición energética acelerada en nuestras carreteras? ¿Cuánto costaría subvencionar el cambio del 100% del parque móvil español de gasolina a eléctrico? Porque en estos momentos, fabricar un coche eléctrico es más o menos el doble de caro que su equivalente en gasolina (y podría serlo más, en función de cómo evolucionen los precios de las materias primas).

En segundo lugar, nos preguntamos cuánto contamina a lo largo de su vida útil un coche eléctrico. Porque, aunque no nos lo creamos, en su producción emitimos muchos más gases a la atmósfera que en la producción de un vehículo convencional. Luego, es verdad, eso se compensa en parte porque el eléctrico emite menos (no cero, porque la electricidad que produce viene de algún sitio). Pero ¿lo suficientemente menos como para ser más verde en agregado que uno de gasolina? Pues no está nada claro.

Por último, analizamos si las infraestructuras de recarga están a punto y si la actual tecnología de las baterías es suficiente para que todos tengamos uno de estos coches. Y la conclusión es que no: ni es posible que todos tengamos un cargador al lado del lugar en el que aparcamos (¿podemos dejar en la calle el coche eléctrico recargando toda la noche?) ni las baterías, en condiciones reales, duran lo que dicen los fabricantes (sería casi imposible llegar de Madrid a cualquier costa española con los actuales modelos). Eso hace complicado viajar (hay que planificar y rezar porque no haya otros usuarios en el lugar de destino) y, desde luego, convierte en una utopía la generalización del vehículo eléctrico. ¿Lujo para unos pocos que pagamos entre todos?

Pizarras sobre energía y transición energética publicadas este año:

- La cara B del coche eléctrico: la que nunca nos enseñan

- Sobre el fin del petróleo y lo que pasaría si mañana dejáramos los combustibles fósiles

- Sobre energía nuclear y las cifras que nos ocultan

- Sobre la situación real del sector energético español: los retos de la transición energética en nuestro país

- Sobre la política energética en la UE

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