Ha transcurrido poco más de un mes desde la entrada en vigor de la conocida como Ley del ‘sólo sí es sí’, promovida por el ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero, y ya se cuentan por decenas los recursos de violadores para rebajar sus condenas. Algunos ya lo han logrado y otros tantos van camino de conseguirlo dado que la legislación es muy clara al respecto y obliga a revisar la condena al reo si la nueva norma le favorece.
Durante su tramitación, algunos organismos como el Consejo General del Poder Judicial advirtieron de ésta y otras deficiencias, pero el Gobierno de Pedro Sánchez hizo caso omiso y aprobó la ley en los términos pactados en el Consejo de Ministros. Ahora, lejos de rectificar con celeridad, el presidente del Gobierno espera que el Tribunal Supremo y la Fiscalía unifiquen doctrina, indultando así a Irene Montero, que ha arremetido contra los jueces tachándoles de machistas. Sostiene la ministra de Igualdad que el problema no está en la ley, sino en su aplicación.
La tibia reacción de Pedro Sánchez invita a pensar que los ministros de Unidas Podemos gozan de carta blanca dado que una hipotética ruptura de la coalición podría dar al traste con la legislatura. Esa teoría es bastante plausible, si bien conviene recordar otros episodios protagonizados por Sánchez o algunos de sus ministros socialistas para entender que Irene Montero no es una anomalía en el Consejo de Ministros.
Sánchez también ha criticado a los tribunales cuando ha tenido que hacer frente a sentencias adversas, ha intentado dirigir la labor de los medios de comunicación, a imagen y semejanza de Victoria Rosell, que pidió este pasado viernes a los medios que no informasen sobre los recursos de violadores, y ha sufrido varapalos importantes de manos de los tribunales. No olvidemos, por ejemplo, que el Tribunal Constitucional declaró ilegales dos estados de alarma decretados por el Ejecutivo para hacer frente a la pandemia y nadie asumió responsabilidades por ello.