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La diputada del PP cuenta a LD que “estamos asistiendo a escenarios que, para mí, eran impensables”.

Beatriz Fanjul: "Hemos dado por sentado que hay libertad de expresión, y se ha visto que no"

La diputada del PP cuenta a LD que “estamos asistiendo a escenarios que, para mí, eran impensables”.

En ocasiones, Beatriz Álvarez Fanjul (Bilbao, 1991) dice lo que piensa sin pensar lo que dice. Prefiere disculparse antes que pedir permiso y, por ahora, la jugada le está saliendo bien. Los profanos supimos de su existencia hace un par de años, cuando, en un acto de las Nuevas Generaciones, declaró que políticos como Gregorio Ordóñez no había ni uno: “Ni en el País Vasco ni en España. Políticos sin miedo a nada, sin complejos, con esa determinación, con ese mensaje. Políticos de esa altura no quedan”. Con experiencia en la empresa privada, ajedrecista implacable y fan de Queen, se metió en política por convicción y ha señalado que “lo más bonito que te puede pasar en la vida es ser presidente del PP vasco” –ella me niega que sea una hipérbole–. Casadista y antinacionalista, es diputada nacional desde el pasado 13 de noviembre, tres días después de las elecciones generales, tras el recuento del voto del CERA –el de los españoles residentes en el extranjero) y la detección de varios errores en mesas de Vizcaya. Ese escaño, tal y como informó Míriam Muro, fue a parar al PNV en un primer momento.

Fanjul cuenta a LD que su confinamiento es sui generis: “Ayer mismamente –la entrevista se hizo el viernes, 24 de abril–, tuve que ir al Congreso”. Está acostumbrada a teletrabajar aunque, “al final del día, acabo hasta las narices del teléfono”. Se pregunta por qué la directora de Ciencia de El Hormiguero fue capaz de “descubrir la gravedad” de la pandemia que venía “y el Gobierno de España no”. Se emocionó cuando la Ertzaina honró al primer guardia civil fallecido por Covid-19. Considera que, después de la crisis sanitaria, “valoraremos más a los médicos y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”, y se sorprende ante las presuntas –empotro el adjetivo como mera formalidad, para evitar líos– vulneraciones de la libertad de expresión y de información: “Estamos asistiendo a escenarios que, para mí, eran impensables”.

Conversamos por Zoom, con el gran David Bowie de fondo:

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