En plena batalla entre PSOE y Podemos a cuenta de la posible contrarreforma de la ley del ‘sólo sí es sí’, la ex vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha reconocido abiertamente en una tertulia de la cadena SER que eran conscientes de que su aprobación desencadenaría una avalancha de reducciones de condena e incluso la excarcelación de numerosos violadores. Así lo ha desvelado en un acalorado debate con Pablo Iglesias en el que la socialista -y reconocida feminista- ha llegado a justificar que, si a pesar de ello permitieron que la ley saliera adelante, fue porque "en un Gobierno se respeta la autonomía de los ministros".
Concretamente, y según el relato de Carmen Calvo, tanto ella misma como el entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, advirtieron a Irene Montero de lo que podría suceder: "Los dos hacemos objeciones clarísimas a esto. ¿Y sabes qué ocurre, Pablo? Que en un Gobierno se respeta también la autonomía de un ministro cuando dice ‘mi ley es ésta". Y se respetó a la ministra de Igualdad cuando dijo ‘mi ley es ésta’".
"Era previsible que ocurriera"
A pesar de que desde el Gobierno -y especialmente desde Podemos- siempre se ha defendido que nadie les avisó de que esto podría suceder, la exvicepresidenta asegura ahora que el ministro -que, tal y como ha recalcado, era juez y ahora es magistrado del Tribunal Constitucional- advirtió de que "esta circunstancia estaba en lo alto de la mesa, porque era realista decirlo, porque era previsible que ocurriera", ha manifestado en referencia a las posibles revisiones de condena.
Ante la sorpresa que pudieran suscitar sus palabras, Calvo no tardaba en justificarse: "¿Sabes qué ocurre? Que se respeta a una ministra cuando una ministra dice ‘esta es mi ley y en estas condiciones la quiero sacar". Según la socialista, dicho respeto tiene todo el sentido por cuanto ella sería la encargada de defenderla y de buscar apoyos para su aprobación.
¿Qué dijo Pedro Sánchez?
Llegado a este punto del debate, el presentador de Hora 25 se interesa por saber qué dijo el presidente del Gobierno cuando vio que el ministro advertía de las posibles revisiones de condena. "Estas cosas no se le trasladan al Presidente continuamente", se justifica entonces Carmen Calvo, que circunscribe tales observaciones al trabajo cruzado que de manera habitual se hace entre los ministerios. Así, según su relato, Sánchez siguió el "buen criterio" que siguen habitualmente los presidentes de que si el ministro o ministra cree en su ley, la saca adelante como quiere. "Hay que dejar el ministro o la ministra tiren con su ley porque eso es en eso consiste también la responsabilidad de cada ministro", insiste.
En aras de justificarse, Calvo se destiende, no obstante, del último borrador, recordando que para entonces ella ya no estaba en el Gobierno y asegura que, en todo caso los socialistas siempre mostraron sus reticencias ante las prisas de Montero por sacar adelante la polémica ley. "Recuerdo que dijimos... ‘¿Por qué vamos tan rápido con esta ley? ¿No podemos ir con más calma, ya que estamos tocando cosas importantes?’".
Con todo, según la que fuera vicepresidenta del Gobierno, Sánchez hizo entonces lo que debía y ahora también: "El Presidente tiene el criterio que tienen todos los presidentes, que es dejar también que los ministros tiren con los proyectos que creen y ahora tiene también la obligación de decir que todo esto tiene que ser sometido a algún tipo de revisión".