La esencia del periodismo es contar con el mayor rigor y brevedad posible un hecho noticiable. Para conseguir este fin las palabras deben ser precisas. Retorcer el lenguaje para presentar otra realidad, es un ejemplo claro de manipulación.
Esto es lo que hizo la ETA, lo que hace Montero con su lenguaje inclusivo y lo que ha sucedido tras el atentado en Algeciras cometido por un ilegal de origen marroquí. La manipulación del lenguaje puede llegar a tener un efecto tan letal como la bomba en una guerra o el machete en una iglesia.