Desde el fracasado golpe de estado del expresidente de Perú, Pedro Castillo, destituido y en prisión provisional hasta el mes de abril del año que viene, la izquierda radical peruana se ha lanzado a las calles para asaltar las instituciones democráticas con una ola de violencia extrema que ya ha costado la vida de 46 personas, de las cuales, 17 murieron el pasado lunes en los disturbios organizados en el sureste de Perú.
Los manifestantes piden la salida de la presidenta del país, Dina Boluarte, elecciones anticipadas y el cierre del Congreso. Sin embargo, los expertos políticos alertan de que detrás de las protestas hay manifestantes con preparación paramilitar y advierten de una posible injerencia extrajera para alentar los disturbios, concretamente desde Bolivia.
Según el abogado y político Enrique Ghersi, "es evidente que esto no es una protesta, sino actos de subversión y de terrorismo". En una entrevista en Willax TV, Ghersi destacó que "se ataca a personas, activos estratégicos, se pone en peligro la integridad y la salud de terceros", ha señalado en alusión a un niño que falleció porque los manifestantes bloquearon el paso de la ambulancia.
Ghersi también alerta de que "lo que hemos visto en los vídeos son formaciones militares" y pide investigar si se trata de infiltrados en una zona de la frontera con Puno, muy complicada porque gran parte de su economía depende del contrabando ilegal. "Habría que ver si no hay infiltrados bolivianos o de terceros países que han tenido una participación en esto".
Los radicales queman a un policía
El abogado también ha criticado que el Gobierno esté mandando a la Policía "con escudos y palos" para repeler a una multitud armada incluso con bombas caseras y que "atacan militarmente" porque, señala, "eso es de una ingenuidad enorme".
Precisamente durante la madrugada del martes, una turba de más de 300 personas asaltó e incendió el vehículo de una patrulla de dos agentes de la Policía Nacional. El Gobierno tiene constancia de que se robaron las armas, se hirió a un agente y en la zona se encontró un cuerpo carbonizado que, hasta el momento, no ha sido plenamente identificado", pero que todo apunta a que se trata del segundo agente.
Para Guersi, es el momento de declarar el estado de sitio y plantearse una investigación para esclarecer si existe la intervención extrajera en los actos terrorista que están devastando la ciudad de Juliaca, en Puno.
Perú veta la entrada de Evo Morales
Este lunes, el Gobierno de Perú prohibió la entrada en el país de nueve ciudadanos bolivianos, entre ellos el expresidente Evo Morales, por considerar que han incurrido en actividades "de índole proselitista", aparentemente después de que intercedieran en favor del golpista Pedro Castillo.
"Perú es un país soberano y democrático, cuyo ordenamiento migratorio establece que todo ciudadano extranjero en territorio nacional tiene el deber de conducirse cumpliendo el ordenamiento jurídico, en especial en lo referido a la seguridad nacional y el orden interno", señala una nota del Ministerio del Interior.
En este sentido, ha puesto en cuestión las actividades de ciudadanos bolivianos en Perú, en "clara afectación" a la seguridad y el orden, y ha confirmado que desde el 6 de enero Morales y otros ocho compatriotas no pueden entrar a territorio peruano.