En sólo siete días entre el 27 de diciembre y el 2 de enero se han publicado ocho encuestas diferentes de siete empresas demoscópicas, un aluvión de datos que tratamos de clarificar obteniendo la media entre seis de ellas, tras descartar las dos que se desviaban más en un sentido y en otro, es decir, la más favorable al PP y la más favorable al PSOE.
Esta media realizada entre sondeos de Sigma Dos, Demoscopia y Servicios, Target Point, Sociométrica y Celeste-Tel arroja no sólo una victoria contundente del PP, que supera en más de seis puntos al PSOE –un 31,2% frente a un 25,1%–, sino una tendencia que es alcista para los populares y plana para los socialistas.
Además, Vox también apunta una tendencia alcista, supera el 15% de intención de voto y la suma de los de Feijóo y Abascal en el Congreso permitiría sustentar un gobierno apoyado por 183 diputados –el PP tendría 133 y Vox 50–, muy por encima de la mayoría absoluta de 176 que sería necesaria para una investidura.
Mientras, la suma de PSOE y Unidas Podemos se quedaría en sólo 120 escaños, justo los que tienen ahora los de Pedro Sánchez en solitario, pero es que a la depresión socialista – no lograría pasar de 97 diputados – se unen los problemas de un socio cláramente a la baja, que ya ni llega all 10% de intención de voto y que sólo tendría 23 diputados, un tercio menos de los que tiene en este momento.
Obviamente, a prácticamente un año de la cita electoral –si no se da una convocatoria adelanta que parece muy poco probable– no estamos ante un pronóstico electoral que pueda considerarse tal, pero sí ante un termómetro de una situación política que cada día es un poco más complicada para el Gobierno y que podría complicársele todavía mucho más dependiendo del resultado de las elecciones autonómicas y municipales de mayo.