Se ha procedido a la votación para derogar el delito de sedición del Código Penal. En estar primera votación en sede parlamentaria, los votos afirmativos han ascendido hasta los 187 votos, por los 155 negativos y 6 abstenciones. La votación se ha hecho a altas horas de la noche. Pedro Sánchez ha concedido esta modificación a sus socios independentistas, una medida que fue pactada con Esquerra Republicana de Cataluña.
La votación ha sido uno a uno y a viva voz a petición del Partido Popular con el objetivo que diputados del Partido Socialista se rebelaran en contra de la línea impuesta por Ferraz. La discusión por este tema arrancó a las 10 de la noche y terminó pasadas las 12 y media de la noche. Durante la intervención de la portavoz del grupo popular, sus compañeros asistieron a escucharla, mientras que la bancada socialista había muchas ausencias, incluida la del presidente del Gobierno.
Durante el debate hubo disparidad de opiniones. Desde el grupo socialista siguieron con el argumento que han dado desde que se propuso la derogación de este delito: "adaptarse a legislaciones europeas" y acusaron a la oposición de molestarse por "unas leyes progresistas". Tanto el portavoz del PSOE y Jaume Asens comentaron que "se recupera la convivencia en Cataluña". El resto de argumentos de la izquierda española se basaron en criticar a Isabel Díaz Ayuso y hablar De Francisco Franco.
Cuca Gamarra, portavoz en el Congreso del Partido Popular, dijo que esta derogación responde a "un pago que hace Sánchez a los independentistas para mantenerse en la Moncloa". Desde Vox, Javier Ortega-Smith, dijo que "la soberanía nacional no pertenece a los diputados, pertenece a los españoles". Finalmente, Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, comentó que "la derogación es un delito contra democracia" y le preguntó al presidente que "si estaba tan seguro de que había que quitarla, por qué no lo dijo durante la campaña electoral".
Finalmente, ninguno de los diputados socialistas votó en contra de las directrices de voto de Sánchez.