Tres encuestas publicadas en los últimos días arrojan datos muy similares y, aunque haya diferencias en las tendencias, en conjunto son un toque de atención para el PSOE, que cae en todas ellas y en algunas lo hace con fuerza.
Lejos de las mentiras del CIS de José Félix Tezanos, los sondeos publicados en los últimos días colocan al PP alrededor del 30% de intención de voto, mientras que el PSOE se queda hasta siete puntos por detrás, según el estudio que es más adverso a los de Pedro Sánchez.
Al mismo tiempo, dos de las tres encuestas dan a Vox una subida importante que coloca a la previsible –y no sólo deseable sino realmente imprescindible– alianza del centro derecha o bien en la mayoría absoluta o bien cerca de lograrla, mientras que la caída del propio PSOE y también la de sus socios de Unidas Podemos, que además están atravesando una compleja situación interna que habrá que ver como termina, tendrían muy difícil o directamente imposible conseguir los suficientes apoyos para mantener en el poder.
Así, la recuperación que los socialistas habían apuntado en las semanas anteriores parece truncada, lo que a un año de las eleccione es obvio que no será de forma definititiva, pero si podría ser el inicio de un bache del que les resulte complicado salir.
Del otro lado, llama la atención la recuperación de Vox, que mejora en dos de los tres sondeos –en uno de forma espectacular– y se mantiene en todos por encima del 15% de voto, en lo que podría ser la salida de un bache que han venido sufriendo prácticamente desde la llegada de Núñez Feijóo a la presidencia del PP y, muy especialmente, desde el batacazo de las elecciones andaluzas y el espectáculo grotesco del adiós de Macarena Olona, que parece que ha dejado de influir en los resultados demoscópicos de sus excompañeros de partido.