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Javier Arias Borque explica la caída de un misil en Polonia y las 12 horas que elevaron al máximo la tensión entre Polonia, la OTAN y Rusia.

El fallo de un misil ucraniano y las doce horas de tensión máxima entre la OTAN y Rusia

Javier Arias Borque explica la caída de un misil en Polonia y las 12 horas que elevaron al máximo la tensión entre Polonia, la OTAN y Rusia.

La caída de un misil en la pequeña localidad polaca de Przewodów , a una decena de kilómetros de la frontera con Ucrania, y que ha causado dos muertos, ha creado durante unas doce horas una situación de tensión máxima entre Polonia, el resto de países de la OTAN y Rusia.

Podíamos haber estado ante un ataque ruso con víctimas a un país de aliado, lo que podría haber desembocado en un conflicto bélico a gran escala en el caso que se hubiese demostrado que ese misil no había caído por error en suelo polaco sino que había sido intencionado.

Sin embargo, todo parece indicar, así lo sostienen las autoridades polacas, que lo que cayó en su territorio fue un misil 5V55 de fabricación soviética, pero que no fue lanzado por una batería de misiles rusa, sino ucraniana. Exactamente, según los investigadores polacos, por una batería S-300.

Las primeras versiones de las baterías S-300 entraron en servicio en la Unión Soviética en 1978 y poco a poco fueron llegando al resto de países del Telón de Acero. Fueron desarrolladas como un sistema de defensa contra aeronaves hostiles, misiles balísticos y misiles de crucero. Detectan elementos hostiles a 300 km y tienen un rango de seguimiento de estos elementos de 200 kkm

Normalmente una batería de S-300 cuenta con un número variable de lanzadores de misiles, un sistema de radar y un centro de control. El radar detecta el elemento hostil y desde el centro de control se ordena su intercepción enviando un misil para destruirlo.

Todo apunta el misil interceptor de los ucranianos habría tenido algún fallo y no habría alcanzado su objetivo, tras lo que cayó desviado sobre territorio polaco.

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