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Carlos Cuesta, director adjunto de Libertad Digital, analiza la evolución de las emisiones de CO2 de España a la atmósfera en las últimas décadas.

¿Por qué los españoles hemos de obedecer a Greta Thunberg si emitimos menos CO2 que hace 30 años?

Carlos Cuesta, director adjunto de Libertad Digital, analiza la evolución de las emisiones de CO2 de España a la atmósfera en las últimas décadas.

El pasado domingo arrancó la COP27, la aberrante cumbre del clima que idolatra a Greta Thunberg y que pretende imponer una severa agenda ecologista a Occidente mientras que los jefes de Estado de los países más contaminantes del planeta (como China, Rusia o India) ni siquiera asisten a la cita.

En el caso de España, las emisiones de CO2 de nuestro país a la atmósfera no han aumentando desde los años 90, e incluso, son un 30% más bajas que las del año 2000. Así, la realidad tumbaría el discurso apocalíptico de la ONU y de la izquierda, que asegura que la humanidad va directa al "infierno" por el cambio climático.

La cumbre durará dos semanas, contará con la participación de 40.000 delegados, entre los que se incluyen más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno que llegarán en 130 aviones contaminantes.

Ya ayer lunes dieron comienzo los mensajes apocalípticos por parte de los ponentes. Uno de los más esperpénticos fue el del secretario general de la ONU, António Guterres, que aseguró que "la humanidad tiene una opción: cooperar (dejar de consumir) o perecer".

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