En 1503, Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, se hizo cargo del gobierno de Nápoles el nombre de los Reyes Católicos. Hasta allí se trasladó parte de la corte española y muchos diplomáticos, por lo que bastantes artistas españoles se animaron a pasar una temporada en la ciudad mediterránea. "Un Erasmus", en palabras del comisario de la exposición. A falta de una fuerte escuela artística local, asumen las novedades que se estaban dando en Roma en Florencia en un capítulo imprescindible de la Historia del Arte. Los españoles, irremediablemente, se ven muy influenciados por la revolución que estaban protagonizando Leonardo, Miguel Ángel y Rafael y se traen esos conocimientos a España. Nápoles, por lo tanto, se convierte en una ciudad fundamental en la difusión de la cultura renacentista italiana en la península ibérica.
El Museo Del Prado, en colaboración del Museo Real Bosco Di Capodimonte de Nápoles, presenta hasta el 29 de enero Otro Renacimiento. Autores españoles en Nápoles a comienzos del Cinquecento, un recorrido por uno de los capítulos más fecundos y desconocidos de la cultura del renacimiento europeo. Se compone de 75 obras entre pinturas, esculturas, libros y un retablo, procedentes de colecciones públicas y privadas, nacionales e internacionales. Pone el foco en esos primeros años del siglo XVI en los que pintores y escultores, tanto italianos como españoles, conforman en esta ciudad un panorama artístico a menudo considerado secundario respecto a los tradicionales focos del Renacimiento ubicados en Florencia y Roma.
Encontramos obras de Pedro Fernández, Bartolomé Ordóñez, Diego de Siloé, Pedro Machuca y Alonso Berruguete, entre otros. "Es una exposición importante por la calidad intrínseca de las obras. Trata de un tema inédito. Es otro Renacimiento, poderoso, singular y con características peculiares que demuestra la importancia de la experiencia en Nápoles para los artistas españoles", destacó el director de la pinacoteca madrileña, Miguel Falomir. "Los artistas españoles bebieron de esa cultura humanista napolitana que miraba a la antigüedad", concretó el profesor Andrea Zezza, comisario de la muestra.
Entre las piezas destacadas encontramos un misal que regalaron a Fernando el Católico y que, por primera vez, sale de la Biblioteca Apostólica Vaticana. Asimismo, la exposición se desarrolla en torno a La virgen del pez de Rafael, una pintura del Museo del Prado de extraordinaria belleza que "compagina muchos elementos: la grandiosidad del arte antiguo y la pasión de los personajes, y que fue una gran influencia para esa nueva escuela que se crea en Nápoles", según explicó el profesor Riccardo Naldi, el otro comisario. "En cuanto a escultura, Donatello fue fundamental en la formación de Diego de Siloé y Bartolomé Ordóñez", añadió.
Después de pasar por Madrid, la exposición viajará a Nápoles.