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El dramaturgo e intelectual catalán presenta en Es la mañana de Federico su último libro Joven, no me cabree.

Boadella: "La izquierda tiene esa cosa de llevar la verdad absoluta, la superioridad moral"

El dramaturgo e intelectual catalán presenta en Es la mañana de Federico su último libro Joven, no me cabree.

Albert Boadella (Barcelona, 1943) acaba de publicar Joven, no me cabree (Ediciones B), unas memorias en las que reflexiona sobre diferentes temas que le preocupan como la expresión artística, la política, la educación y la sobreprotección poniendo de manifiesto las carencias políticas y educativas que tienen los jóvenes hoy en día. El dramaturgo e intelectual catalán hace un recorrido por su vida mediante el diálogo con un joven en su masía de L´Empordá.

Boadella explicó en esRadio cómo el progresismo ha puesto en jaque a una generación a la que le ha venido dada la comodidad frente al esfuerzo, la cancelación frente la crítica y la posmodernidad frente a la ilustración. "Pensé: ‘no puede existir tanta estupidez a mi alrededor’ y me salió este libro como un pataleo", aseguró en Es la mañana de Federico.

Boadella sabe que este libro puede levantar ampollas, pero está acostumbrado a las críticas. "Han colocado cualquier chiste y lo han legislado, que es lo más peligroso. Hay un montón de tabús". Por ejemplo, dedica un capítulo al trato que se le da hoy en día a las mascotas. "Son ocurrencias de una gran gravedad. Es una vejación para los animales y un insulto para las personas", aseguró.

La autocensura es otro de los asuntos que trata. "Es el problema de la cultura de Estado. Es una telaraña en la que nos hemos metido todos y es muy peligrosa. Tiene forma de ayudas y subvenciones, pero que en el fondo es un tributo de vasallaje que es la autocensura. No se necesita censura porque es el propio artista quien no quiere morder la mano de quien le da de comer. Ahí están los de la ceja, etc…Todos están de un lado. Hoy en día, en mi gremio, el 99% está en el lado de la izquierda", aseguró el dramaturgo.

"La izquierda ha tomado esa idea de teatro de Estado, la derecha ha sido menos interventora. Es una cuestión económica. La izquierda tiene esa cosa de llevar la verdad absoluta, la superioridad moral", añadió.

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