La invasión rusa de Ucrania está concluyendo su quinto mes de invasión. Tras el impulso inicial ruso, la realidad es que las cosas no han ido ni mucho menos como habían previsto los grandes estrategas del Kremlin. La previsión de que Kiev y buena parte del país cayera en cuestión de días no pudo estar más alejada de la realidad. A las puertas del sexto mes de combates, los frentes están totalmente enquistados.
La moral de combate es fundamental para los ejércitos y, muy especialmente, para aquellos que en el campo de batalla son a priori inferiores. Esta moral ha sido fundamental para que los ucranianos hayan conseguido contener al que es todos los análisis sitúan como el segundo ejército más poderoso del mundo. Y lo ha sido hasta el punto de doblegar la intención rusa de tomar Kiev, a la que llegó a dirigirse con convoyes por hasta tres flancos diferentes.
En las últimas horas, los tanques rusos han desfilado por Kiev, pero no como habría querido Vladimir Putin. El Gobierno ucraniano, con la intención de aumentar la moral de su pueblo, ha organizado un desfile por la capital del país pero trasladando a los avenidas del centro de la ciudad varias decenas de carros de combate y otros vehículos blindados militares rusos totalmente carbonizados y destrozados.