El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, exhibió este martes, durante su turno de palabra en la tribuna del hemiciclo, tres "balas", dijo, recogidas junto a la valla de Melilla tras el asalto de decenas de inmigrantes y que se saldó con al menos 37 fallecidos. Teatralmente, el diputado fue depositándolas una a una en la tribuna y dijo que eran "balas que ha recogido mi compañera María Carvalho en la frontera de Ceuta y Melilla (sic) con las que mataron a 37 personas".
Sin embargo, las "balas" exhibidas por Rufián en la tribuna no matan. Se trata de munición de fogueo que utilizaba el Ejército español para fusiles de asalto en calibres 7.62 y 5.56. Como puede apreciarse en el vídeo, consiste en un cartucho que no puede perder el proyectil (la bala, lo que puede matar) porque es de una sola pieza y de plástico. La pólvora rompe ligeramente la punta del cartucho al detonar. En un caso extremo de accidente alguna esquirla podría dañar a alguien a muy corta distancia pero su función es sólo la detonación. Se usa para realizar salvas de honor y prácticas de carga de armamento.
Pedro Sánchez se mostró muy molesto tras la intervención de su socio y aseguró que la exhibición de balas era "imperdonable": "Aquí entraron balas y están en el techo. Las trajeron los golpistas".
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, dejó caer luego que Rufián había perdido perdón a Sánchez. Según dijo en una entrevista radiofónica, el portavoz republicano se acercó a hablar con Sánchez tras la intervención. Rufián estaba "arrepentido" y era "consciente" de su "error", aseguró.