Rafa Nadal delante de ti y tienes una o varias bolas de partido a tu favor para llevarte el partido y quizás un título como un Masters 1000 o un Grand Slam. Lo tienes ahí, pero llega Rafa y, de repente, remonta y se lleva él la copa a Manacor. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué pasa tantas veces? Fácil: porque Rafa Nadal es la fuerza mental más importante de la historia del deporte y con él, los partidos nunca están cerrados del todo.
Así es Rafa. Así ha sido siempre desde que se llevó su primer título en 2005 hasta ahora, cuando tiene en el museo de su academia un total de 21 Grand Slams. Nunca da el partido por perdido y sobre todo es capaz de reconducir sus pensamientos hacia un ‘lugar’ positivo que le haga pensar que aún hay opciones de ganar. El rival le empieza a ver más grande al otro lado de la pista y ahí empiezan los errores no forzados. Nadal aprieta los dientes y punto a punto va ganando terreno. Todo ello hasta que muerde el trofeo que estaba en juego. Esa es su mentalidad. Esa es su forma de ver el deporte.
"Nunca he perdido un partido por exceso de confianza. Respeto al rival y al deporte en sí. Todo puede ocurrir. Se pueden cometer errores. Puede haber lesiones. El rival puede jugar mejor que tú. Todo puede pasar. Puedes estar a punto de ganar y cinco minutos después estar cerca de perderlo todo. Eso, que hace tan bonito este deporte, acaba generando opciones de ganar o perder. Ese es mi discurso interno. Tener opciones y buscar soluciones. Es un trabajo, punto a punto, mental y tenístico", reconoce el tenista español en un vídeo de #MejorConectados, la plataforma de Telefónica que pretende dar visibilidad a la importancia de la conexión humana y los apoyos para que todas las personas se vean capaces de lograr sus sueños.