Un salto de vértigo y una verdadera locura para la mayoría de los mortales. Se trata de un peligroso desafío a 4.000 metros de altura sobre el desierto de Arizona, en Estados Unidos. Dos pilotos y paracaidistas saltan al vacío y dejan sus aviones sin nadie a los mandos, cayendo en picado, mientras ellos se cruzan en el aire.
El reto es intercambiar sus aeronaves en pleno vuelo. Las hélices siguen girando y mantienen una velocidad de descenso controlada. Deben recuperar el control en menos de un minuto para poder hacer un aterrizaje seguro. Uno lo consigue, el otro no y toca suelo en un paracaídas, como su avioneta. Es la primera vez en la historia de la aviación que un piloto despega en un avión y aterriza en otro.