Sus pasillos ni su comedor pertenecen a un castillo de cuento, pero entre sus anchos muros, podría escribirse una gran novela.
Barry y Lola han cedido su segunda residencia a refugiados ucranianos: Un castillo del siglo XV en el oeste de Irlanda. En sus vastos territorios comienzan a escribirse las primeras líneas de una nueva vida. De las once personas que viven en la fortaleza, cinco ya han encontrado trabajo.
Todos los niños están escolarizados e incluso esta joven podrá continuar sus estudios en la universidad de Galway. Todos comparten tareas con el fin de olvidar los recuerdos de su huida y esperan que esta terrible historia llegue pronto a su final.