Soldados de las fuerzas especiales entraban a la carrera a las casas de la ciudad ucraniana de Makarov, en el momento en que los bombardeos rusos comenzaban a golpear la urbe, para evacuar al mayor número de personas posible.
"Coja cosas para las niñas, pañales", le dice un soldado a una madre de familia. "Comida para un día, por si acaso", añade. Recuerda a las pequeñas también que no olviden sus juguetes favoritos. "Aquí, el abuelo no va a jugar con ellos", dice el soldado.
En el vídeo se observa el angustioso momento en el que la madre y la mayor de las niñas intentan coger los juguetes y lo imprescindible, la pequeña anda intrigada con la cabeza del soldado. Quiere ponerse el casco, quiere jugar... Cargan en la furgoneta lo imprescindible y meten prisa a una madre que deja toda su vida atrás. No hay tiempo. "Venga, venga al coche", dicen nerviosos. Los bombardeos se escuchan ya demasiado cerca.