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Canarias

Un mes después de que se apagara, un equpo toma muestras de compuestos químicos en su cráter.

Un equipo llega hasta uno de los cráteres del volcán de La Palma

Un mes después de que se apagara, un equpo toma muestras de compuestos químicos en su cráter.

Hay que subir a pie atravesando un auténtico desierto de ceniza, un espeso manto negro que lo cubre todo. Hasta llegar a uno de sus seis cráteres. Sigue impactando su sonido y su tamaño. El volcán aún emana azufre y dióxido de carbono. Que puede verse desde lejos. El equipo toma muestras de esos compuestos químicos que aún emite el penacho del cráter principall. Y comprueban la temperatura. Hay zonas que siguen por encima de los 800 grados. El volcán de Cumbre Vieja ha perdido la voracidad con la que avanzó durante 85 días. Aunque hoy cumple un mes oficialmente apagado. El monstruo todavía no se ha dormido.

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