Durante los simulacros, los soldados, según el Ministerio de Defensa ruso, resistieron al hipotético enemigo y repelieron ataques sorpresa a más de 1400 kilómetros al norte de la capital, Moscú, en el mayor puerto de Rusia en el Ártico, en la región de Murmansk.
Putin sigue desplegando músculo militar y distribuyendo sus imágenes.