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La ministra de Derechos Sociales celebra la contribución de Zapatero "al diálogo y la construcción de la paz en todo el mundo".

Belarra blanquea a Zapatero en un acto con 'Timochenko'

La ministra de Derechos Sociales celebra la contribución de Zapatero "al diálogo y la construcción de la paz en todo el mundo".

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha aplaudido al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por sus servicios en América Latina: "Él es, sin duda, y creo que no me equivoco si hago una afirmación de este tipo, el dirigente político español que más está contribuyendo en los últimos años al diálogo y la construcción de la paz en todo el mundo".

Según la líder de Unidas Podemos, partido investigado por presunta financiación irregular de Venezuela, Zapatero, como expresidente del Gobierno, "podría haber optado por un retiro dorado, bastante más cómodo, pero ha decidido seguir trabajando por la paz y la convivencia, y eso sabemos que implica ataques duros".

Estas alabanzas de Belarra al expresidente español, uno de los grandes baluartes de la tiranía chavista en Europa, las hizo en un acto organizado por su propio ministerio –en concreto, por la Secretaría de Estado para la Agenda 2030, que dirige el diputado y secretario general del PCE, Enrique Santiago, que fue asesor de la narcoguerrilla de las FARC– en uno de los campus de la Universidad Carlos III. El objetivo del evento era ensalzar el "Acuerdo de Paz" firmado hace cinco años en Colombia entre el gobierno de Juan Manuel Santos y los terroristas de las FARC. De hecho, Belarra y Zapatero compartían mesa con el excomandante en jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, con el citado expresidente Santos y con Josefina Echavarría, directora de la Matriz de Acuerdos de Paz del Instituto Kroc.

Tanto Belarra como Zapatero aplaudieron las gestiones de Santos y de los narcoterroristas. De hecho, el expresidente español subrayó que "lo que hicisteis en Colombia no es un acuerdo de paz: es un tratado para la paz, lo que exigía uno de los conflictos más graves de la historia contemporánea". "Fue difícil terminar con la violencia de ETA, pero, comparado con Colombia, me parece mucho más llevadero", añadió.

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