Es la habitación de tres esclavos de la Antigua Roma. Dos adultos y un menor, probablemente una familia. Es el último hallazgo de Pompeya, en concreto en la villa Civita Giuliana, a poco menos de un kilómetro al norte de las murallas de Pompeya. Gracias a este hallazgo, la arqueología cuenta con una gran fuente de investigación. "Aquí tenemos información que no es habitual en las fuentes oficiales.
No se trata del punto de vista de los patricios, sino de las condiciones de vida de gente humilde" señala el director del parque arqueológico de Pompeya. La estancia tiene 16 metros cuadrados. Contaba con una pequeña ventana en la parte superior de una de las habitaciones y servía también de almacén, como demuestran las ánforas apiladas en una esquina.
Los objetos personales encontrados, apuntan a que actuaban como guardeses de la finca encargados de los cuidados de los caballos. La minuciosa investigación nos lo dirá poco a poco.
