Un panadero de la localidad sevillana de Lebrija, Domi Vélez, de 44 años, se ha proclamado esta semana el mejor panadero del mundo en la gala celebrada en Múnich, Alemania. Lo ha hecho reivindicando los panes artesanales, las largas fermentaciones y la recuperación de antiguos cereales.
Panes con muchas horas de estudio y de laboratorio antes de ponerse a la venta. Por las manos de Domi pasan la sabiduría de 5 generaciones y la innovación de la microbiología. Un largo camino que ahora el mundo del pan le devuelve en forma de reconocimiento. Es el mejor panadero del mundo, tiene 46 años y su obrador está en Lebrija.
Este panadero español busca su inspiración en recetas milenarias, pero hay una que en su cabeza nunca falla: su origen, su harina.
En este obrador cuecen y se agotan a diario 12 mil piezas de pan de 30 variedades diferentes. Sonidos inconfundibles que en Lebrija ahora resuenan de la mano del mejor maestro panadero.
