El castillo de Drácula abrió sus puertas la pasada noche para celebrar Halloween. Se trata de uno de los principales atractivos turísticos de Rumanía, no solo para la población local, sino también para miles de turistas extranjeros que lo visitan cada año. Además de los disfraces, esta vez los visitantes debían usar mascarilla y mostrar su certificado de vacunación para poder acceder. Romeo, un trabajador del castillo, ha afirmado que la mayoría de los asistentes son extranjeros porque están vacunados. Rumanía es el segundo país con menos porcentaje de población vacunada de la Unión Europea.
Las cifras de contagios diarios han alcanzado máximos pandémicos este mes, y ya no cuentan con camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos del país.
