45 minutos necesitaron los bomberos de Sevilla para llevar a cabo uno de sus rescates más tiernos. Ahí estaba un cachorro de gato atrapado en el motor de un coche. El animal es tan pequeño que ninguno de ellos alcanza con las manos. Hubo que elevar el coche con una grúa para acceder al animal. La propietaria del vehículo que lo encontró ha decidido adoptarlo.