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La ley Celaá, por ejemplo, deja en manos de las comunidades autónomas la obligación constitucional de que los alumnos reciban educación en español.

Sánchez defiende en EEUU el español mientras el PSOE lo persigue en España

La ley Celaá, por ejemplo, deja en manos de las comunidades autónomas la obligación constitucional de que los alumnos reciban educación en español.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reivindicado este jueves en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) el español como una lengua "de progreso, modernidad, futuro y emprendimiento", y también de "ciencia" y "tecnología", y ha defendido la necesidad de "protegerlo" y "darlo a conocer".

"El español es tal vez la lengua más viva del mundo", ha asegurado el presidente durante la conferencia 'Presencia del español y sus culturas en Estados Unidos', en la que ha participado la ganadora del primer Premio Ñ del Instituto Cervantes para reconocer la labor del hispanismo, la hispanista Barbara Fuch, presidenta de la Modern Language Association y profesora de UCLA.

Se olvida el presidente del Gobierno de la defensa que desde el Ejecutivo y desde el PSOE se hace del español. Por ejemplo con la ley Celaá. La Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe) deja en manos de las comunidades autónomas la obligación constitucional de que los alumnos reciban educación en español y señala que serán los gobiernos autonómicos los que "aplicarán los instrumentos de verificación, análisis y control propios del sistema educativo".

Tampoco se acuerda de la situación que miles de familias viven en la Comunidad Valenciana, donde el presidente regional Ximo Puig impone el valenciano como lengua vehicular lo que está provocando que familias alicantinas huyan de su autonomía de residencia hacia Murcia para que sus hijos puedan seguir estudiando en castellano.

El Ejecutivo valenciano estableció como norma que el tiempo mínimo destinado a los contenidos curriculares en cada una de las lenguas oficiales en el conjunto de la escolaridad obligatoria debe ser del 25% de las horas efectivamente lectivas, mientras se imparten en inglés entre un 15 y un 25%. De esta forma, y atendiendo a la decisión de cada centro, se pueden llegar a impartir en valenciano el 60% de las horas lectivas. Una imposición recogida en el polémico decreto de plurilingüismo del Gobierno Valenciano que fue tumbado por los tribunales debido a un recurso de la Diputación de Alicante por entender que discriminaba al castellano.

Aún así, Sánchez ha querido dedicar parte de la agenda de su gira en Estados Unidos a promocionar el español, justo una semana después de aprobar el Gobierno la creación de la sede del Instituto Cervantes en Los Ángeles, en un afán de convertirlo en "la casa del hispano" en esta región.

En su intervención, el presidente ha destacado que el español es la segunda lengua más hablada de Estados Unidos, con 60 millones de hablantes, y además, es el idioma más estudiado en todos los niveles de enseñanza. Con estas cifras, se espera que en 2060 sea el segundo país hispanohablante del mundo, después de México, según ha recordado.

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