El político de la formación que lidera Santiago Abascal los calificó de "traición a España" y de "vileza moral", añadiendo que Pedro Sánchez "vuelve a acreditar con esta maniobra repugnante que es un peligro para la democracia".
En su réplica, Miquel Iceta arrancó suave: "Acepto muchas cosas, pero no los insultos. De la desvergüenza a ser un sinvergüenza todavía hay un trozo. Me gustaría que se retirasen los calificativos referidos al Gobierno y, particularmente, a su presidente. Pero sé que no lo hará, porque para eso hay que ser muy hombre".
A partir de entonces, el ministro de Política Territorial se hiperventiló: "Le diré: se ha hablado de humillación, y yo le digo: no ha nacido quien me humille a mí, y menos quien humille a España". Cada vez más rojo y aumentando el tono y la intensidad en su discurso, continuó refiriéndose al Antiguo y al Nuevo Testamento, mostrando su preferencia por el segundo, y aseverando que "no va a haber amnistía y no va a haber autodeterminación. Va a haber, sí, diálogo y política".
El del PSC dijo que "defendí en su momento la Constitución del 78 y la sigo defendiendo hoy, incluida su reforma" y remató su arenga afirmando que "con nosotros, España no corre peligro".