Miles de marroquíes han entrado durante este lunes en la ciudad autónoma utilizando para ello los dos espigones fronterizos, el de El Tarajal y el de Benzú. Unas cifras que no tienen parangón con avalanchas migratorias anteriores y que ha desbordado a las autoridades locales, a la Guardia Civil y a los miembros de la Cruz Roja que suelen ayudar en estas tareas.
En su gran mayoría adolescentes y jóvenes se han dirigido en un reguero imparable hacia el espigón de Tarajal con lo puesto, sin equipaje alguno —aunque algunos pasan con una maleta— mientras los agentes marroquíes observan lo sucedido sin intervenir.
En el kilómetro de extensión que constituye la llamada "tierra de nadie" entre los dos puestos fronterizos de España y Marruecos, son cientos los jóvenes que han logrado pasar sin encontrar resistencia por parte de las autoridades marroquíes.