La reina Isabel II se enfrenta al "enorme vacío" dejado por la muerte del duque de Edimburgo, su esposo durante 73 años y fiel compañero durante sus 69 años de reinado.
El estoicismo que le caracteriza sigue presente, pero ese vacío es evidente. Los miembros de la realeza británica se están uniendo para asegurarse de que Isabel II esté acompañada por un miembro de la familia en futuros compromisos públicos. Aunque la reina siempre ha realizado actos en solitario, más aún después de que su esposo se jubilara oficialmente en 2017, ahora toda la familia real quiere garantizar que tenga más apoyo en el futuro.
El Palacio de Buckingham ha confirmado que el funeral del duque de Edimburgo se celebrará en la Capilla de San Jorge el próximo sábado. Un acto en el que la reina no caminará sola.