Es la llegada de la primavera. Por adelantado. Este año, los cerezos japoneses han florecido dos semanas antes de lo previsto. Y ha pasado lo inevitable. Cientos de japoneses han desoído las recomendaciones de permanecer en casa y han querido pasear entre los florecidos cerezos.
El perímetro del palacio imperial es el paseo adornado de cerezos que ahora hace las delicias de los nipones. La aglomeración de gente no parece preocupar a los asistentes. "Al ser al aire libre, creo que está bien", señala este buen hombre de 73 años. Y sin embargo, las autoridades se temen lo peor. Japón acaba de doblegar una tercera ola que ha dejado el sistema sanitario al borde del colapso.