Este lunes, Italia regresa al confinamiento, una medida decretada por el presidente Mario Draghi para frenar los contagios y evitar una cuarta ola de la pandemia. Hasta el próximo 5 de abril quedarán confinadas 11 regiones del país, una decisión que afecta a 40 millones de italianos.
No se podrá salir de casa salvo por motivos de trabajo o salud. Las escuelas y universidades permanecerán cerradas y sólo abrirán los sectores esenciales. El Ejecutivo busca así aplacar el preocupante aumento de casos y dar margen a que las vacunas ayuden a parar al virus.