México ha presentado a la misteriosa Reina Roja en todo su esplendor. Un equipo de arqueólogos ha trabajado sin descanso en la recreación de esta mujer, cuyos restos fueron descubiertos en 1994 en las ruinas de la ciudad maya de b, en el estado mexicano de Chiapas.
La tumba de esta aristócrata que vivió hace más de 1.000 años apareció llena de jade, hueso y conchas de mar. Fue enterrada en el "Templo de la Calavera" con una hermosa máscara ceremonial de malaquita y los que llevaron a cabo el ritual, lo hicieron también pensando en el viaje de su alma al más allá.
El cinabrio, un mineral tóxico que se utilizaba para conservar los restos humanos, formó parte de su última morada, un material rojizo que acabó por bautizar a esta mujer de la realeza maya, cuyos secretos, gracias a esta exposición, conocemos hoy un poco mejor.