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Carlos Rodríguez Braun, María Blanco y Luis Daniel Ávila han recogido todos los eslóganes publicitarios de la AEAT en el libro Hacienda somos todos, cariño que presentaron ayer jueves en la UFM.

"Que viva el IVA" o "siempre le devolvemos su dinero": la esperpéntica propaganda fiscal de Hacienda

Carlos Rodríguez Braun, María Blanco y Luis Daniel Ávila han recogido todos los eslóganes publicitarios de la AEAT en el libro Hacienda somos todos, cariño que presentaron ayer jueves en la UFM.

Si hay una campaña de Hacienda que no termina nunca es la de la publicidad. El fisco lleva décadas colándole al contribuyente anuncios de todo tipo en radio y televisión en los que presume de lo bueno que es pagar impuestos. Carlos Rodríguez Braun, María Blanco y Luis Daniel Ávila los han recogido todos década a década en el libro que han titulado Hacienda somos todos, cariño.

Ayer jueves, celebraron la presentación oficial en la Universidad Francisco Marroquín (UFM) de Madrid. En el evento charlaron con Libre Mercado de todos estos eslóganes tan persuasivos. Desde Concha Velasco cantando "Que viva el IVA" en la gala de Nochevieja de Televisión Española de 1985, hasta el anuncio del 81 de Bárbara Rey presumiendo de lo feliz que era haciendo la declaración de la renta junto a Ángel Cristo. No falta ninguno.

Los economistas y colaboradores de esta casa comentaron la nefasta política fiscal de María Jesús Montero, sus descabaladas cuentas la marcha de youtubers a Andorra y el trato -o maltrato- de Hacienda hacia los contribuyentes. También dedicaron un gran número de reflexiones a cómo nos engañan los recaudadores para que creamos que pagamos pocos impuestos y que, encima, es por nuestro bien.

Usar los términos como la "justicia" o la "ética" para justificar el sablazo al bolsillo de los ciudadanos es una de las prácticas más antiguas de Hacienda y estos refutados liberales han puesto sobre la mesa todo tipo de argumentos para abrirle los ojos a los lectores. La coerción fiscal cada día es más sangrante porque los estados cada vez están más sobredimensionados, lo que supone una pérdida de libertad para todos. Aunque Hacienda ahora usa una publicidad más sibilina y subliminal para dirigirse a la población, cada vez hay más conciencia fiscal entre los ahogados pagadores. Porque Hacienda no somos todos, son sólo unos pocos.

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