Preguntada sobre la recogida de firmas que la oposición está llevando a cabo para mostrar su rechazo a la LOMLOE, también conocida como Ley Celaá, sobre todo por eliminar del texto la consideración de vehicular del castellano, la ministra se ha mostrado contundente: "No me preocupa".
Y ha dejado claro que en la nueva Ley "no hay ninguna eliminación del castellano", pues el uso de esta lengua en la enseñanza "está perfectamente garantizado". "¿Han encontrado ustedes en alguna norma legislativa alguna garantía mayor?", ha preguntado a los periodistas.