En el minuto 11 de partido, con 0-0 en el marcador, el ex del Barcelona hizo una de las jugadas del año. Agarró el balón en campo propio, se giró y puso el turbo. Nadie pudo pararle hasta llegar al área sevillista donde Diego Carlos le trabó por detrás cometiendo penalti.
Raúl Jiménez falló la pena máxima, paradón de Bono, guardameta del Sevilla, y los Wolves perdieron la oportunidad de ponerse 1-0. Los de Lopetegui terminarían imponiéndose con un postrero tanto de Ocampos.