Corría el minuto 30 de la segunda parte, el Barça se imponía 1-2 al Celta tras el tanto de Luis Suárez en el 67. Lo que se vivió en el Cooling Break -la parada para refrescarse- destapó la caja de los truenos en el vestuario culé.
El segundo de Quique Setién, Eder Sarabia, se puso a dar órdenes a los jugadores, cuando se fue a dirigir a Lionel Messi, el argentino se dio la vuelta, pasando completamente de Sarabia y dejando al técnico vasco con la palabra en la boca, mientras Setién, con cara de circunstancias, lo ve todo. Un enorme desprecio a su entrenador que deja en muy mal lugar al astro argentino y que gracias a las cámaras de Movistar, están dando la vuelta al mundo.