El barcelonismo necesita buenas noticias. Con la crisis económica galopante que atraviesa la entidad culé, los escándalos en la directiva y un futuro deportivo incierto, la clase de Trincao, la perla portuguesa que fichó el Barcelona en el mercado de invierno por 31 millones de euros, es uno de los clavos ardiendo a la esperanza a los que se agarra la hinchada culé.
Trincao, que está cedido en su club de origen, el Sporting de Braga, hasta final de temporada, ya dejó muestras de su tremendo talento antes del parón por la crisis del coronavirus.
En su primer partido tras la reanudación de la liga portuguesa, Trincao fue protagonista. Gol y asistencia con su zurda de seda en la derrota del Braga en el campo del Santa Clara (3-2).