El Ministerio de Cultura y Deporte y la Unidad Militar de Emergencias (UME) han realizadoun ejercicio conjunto para mostrar los procedimientos y la "metodología que debe aplicarse en la desinfección y protección de ámbitos patrimoniales", procediendo a la desinfección del Palacio de Bibliotecas y Museos, el edificio que comparten el Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional.
En el ejercicio, tal y como ha indicado Ángel Luis de Sousa, coordinador general en el Plan Nacional de riesgos y emergencias en Patrimonio Cultural, ha participado una sección de la UME y seis restauradores de ambas instituciones y del Instituto del Patrimonio cultural de España (IPCE), que "han trabajado coordinadamente", siguiendo "la guía de recomendaciones elaborada por el IPCE".
El texto ofrece "pautas de actuación" para los casos necesarios de desinfección de entornos que afectan a bienes culturales, definiendo "los procedimientos, los productos más adecuados para cada tipo de material y las formas de aplicación más convenientes en su caso".
"Aquí lo que pretendemos es mostrar una metodología y unos criterios de intervención que podrán ser aplicables en situaciones de este tipo, después serán los expertos los que dirán cuantas veces hay que repetirlo", ha especificado.
Los trabajos se centrarán en el "perímetro exterior del edificio", en el "arranque del zócalo de la valla de cerramiento y las rejas de ambas entradas". Además, se actuará en los dos amplios espacios de acceso principal a cada institución.
El Teniente Rafael Cisneros, jefe de la sección de descontaminación del grupo de Intervención de Emergencias Tecnológicas Medioambientales de la UME, ha explicado cómo realizan el proceso "adaptando nuestras técnicas tácticas de procedimiento y metodología al ámbito de bienes de interés cultural".
"La diferencia reside en que en el mantenimiento de patrimonio cultural el procedimiento es por descontaminación pasiva y tenemos que llevar al extremo ese equilibrio entre el mantenimiento y preservación de los bienes y, al mismo tiempo, dar las garantías suficientes de que se queda la superficie en ausencia de virus", ha detallado el Teniente.
Tal y como han explicado, la limpieza se ha realizado con una mezcla de agua y jabón neutro (Polisorbato 20) al 0,5%, y se ha aplicado a través de una autobomba provista de una lanza de presión regulable. A continuación, se ha procedido "a la desinfección con mochilas de nebulización sobre una franja del arranque del zócalo de granito de la valla perimetral", y en las rejas metálicas de ambas puertas, con "una disolución de agua destilada y etanol al 70%", y se han colocado carteles de alerta para evitar el contacto con esas superficies.