El octavo capítulo de The Last Dance, la miniserie de Netflix sobre Michael Jordan y su etapa en los Chicago Bulls, muestra la vulnerabilidad del que está considerado por casi todos como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos.
En el final del octavo episodio, disponible desde este lunes junto al séptimo -la miniserie consta de diez capítulos-, se muestra a Jordan tirado en el suelo del vestuario del United Center de Chicago, donde los Bulls acababan de conquistar su cuarto anillo de campeones de la NBA tras derrotar a los Seattle Supersonics en las Finales por 4-3.
Aferrado a la pelota y envuelto en un mar de lágrimas, Jordan muestra su lado más humano en este capítulo de The Last Dance. Un título muy especial para Su Majestad al ser el primero que conquistó tras el asesinato de su padre tres años atrás.