Durante el debate electoral de las pasadas elecciones en la que el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, prometió que iba a modificar la ley para acabar con el "sectarismo" de TV3 y recuperar en el Código Penal la penalización de referéndums ilegales, además de traer de vuelta al fugado Puigdemont a España, reconoció la enorme distancia que le separaba de Pablo Iglesias porque tenía "discrepancias de fondo" con Unidas Podemos sobre cómo afrontar la cuestión catalana, máxime porque defiende un referéndum y habla de "presos políticos".
A pesar de lo dicho entonces por el ahora presidente del Gobierno gracias al apoyo de comunistas, independentistas y proetarras, Pedro Sánchez ha colocado al vicepresidente, Pablo Iglesias, como 'mediador' en la mesa de negociación con el independentismo que ha de reunirse este mes de febrero.
Algo que reconoció el propio Iglesias en una entrevista en La Sexta: "El presidente me ha pedido que esté, por lo tanto mi obligación es estar. Me voy a esforzar mucho y voy a tratar de ser útil a mi país. Creo que hace falta diálogo, diálogo y diálogo".