McGregor solo necesitó 40 segundos para tumbar a su oponente, un Cerrone que cuando quiso darse cuenta ya estaba besando la lona tras el feroz ataque del irlandés que le castigó con una secuencia de golpes tremendo que combinó una patada a la cara, un golpe con el hombro, un rodillazo volador y una lluvia de puños.
McGregor estaba exultante tras su regreso triunfal: "Me siento muy bien. Trabajé duro para volver de donde estaba", dijo McGregor después de esta 22ª victoria en 26 peleas, la primera en el peso welter para el campeón de UFC. "Grabo mi nombre una vez más en la historia, para los irlandeses y para mi madre".