Las imágenes teatralizan el momento en que un miembro del equipo de Torra le comunica a éste que, desde Moncloa, le dicen que Sánchez no se puede poner a sus llamadas.
Con una más que forzada interpretación, el asesor se dirige al despacho de Torra y le dice que Sánchez “no se puede poner, de momento”. “¿Que no se puede poner?”, pregunta Torra. “No”, responde su colaborador, “tiene cosas más importantes”. Torra remata con un “qué cojones”.