Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) ha sufrido una fuerte caída durante la primera sesión de entrenamientos libres del GP de Tailandia, celebrada durante la madrugada española. El líder del Mundial de MotoGP salió despedido de su Honda mientras trazaba la curva 7 del circuito de Buriram, un cambio de dirección que se realiza a alta velocidad y en el que, tras perder la adherencia de su rueda trasera, terminó por los suelos.
La caída se produjo a falta de cinco minutos para cerrar la primera sesión de entrenamientos libres del GP de Tailandia, donde Márquez puede conquistar su sexto título de MotoGP. El piloto de Cervera encabezaba la tabla de tiempos, cuando de repente se cayó en la curva 7: Márquez, visiblemente aturdido por el golpe, rodó por los suelos y la parte posterior de la moto quedó completamente destrozada.
¡El momento que nos ha dejado a todos helados! Durísima caída de @marcmarquez93 a las primeras de cambio en Buriram #ThaiGP a href="https://twitter.com/hashtag/MotoGP?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#MotoGP a href="https://t.co/sPE0mVz59P">pic.twitter.com/sPE0mVz59P
— DAZN España (@DAZN_ES) October 4, 2019
Márquez entró en la clínica del circuito por su propio pie, aunque posteriormente se decidió su traslado a un centro médico de la provincia de Buriram (sureste de Tailandia) mejor equipado para un análisis médico más completo.
Pero, para sorpresa de todos, el piloto catalán reaparecía minutos después en el circuito tan campante, subido a su patinete y dispuesto a correr la segunda sesión de libres. "Las noticias son que no hay ninguna lesión. Tiene contusiones, pero nada que sea preocupante. Hemos tenido suerte", declaraba en el box de Honda el director deportivo de la escudería, Alberto Puig.
Nueva demostración de poderío de Márquez, que fue capaz de llegar del hospital para liderar la tabla. Lo hizo con condiciones de carrera. Al poner gomas blandas nuevas, las Yamaha dominaron, con Quartararo, al frente. Tremendo lo de Marc.
Márquez disputará la carrera del domingo y necesita quedar por delante del italiano Andrea Dovizioso para proclamarse matemáticamente campeón del mundo a falta de cuatro pruebas para el final.