La última vuelta está llena de emoción. Conducen con el cuchillo entre los dientes y el espectáculo está garantizado. Y no, no casualidad. Es la tónica habitual en esa competición.
La última vuelta está llena de emoción. Conducen con el cuchillo entre los dientes y el espectáculo está garantizado. Y no, no casualidad. Es la tónica habitual en esa competición.