"La inmigración es la clave de la política europea. Hoy en día quien no entienda eso no ha entendido nada. Uno podría hablar de la globalización, esta la expresión más concreta. Toda la presión contra la vieja clase obrera que produce la globalización más la inmigración es un hecho clave. Hoy en día los partidos obreros europeos son los partidos de la derecha nacionalista. El FN por ejemplo, sacaba más votos obreros que el resto de partidos juntos. Hoy día los obreros ya no cantan la internacional sino la nacional de cada país y están en la defensa de sus industrias, de su seguridad social, de su Estado de Bienestar, porque son partidos a veces muy estatistas como el FN francés es por ejemplo a diferencia de lo que parece ser Vox, que tiene ideas muy distintas, lo cual es algo bueno.
Socialismos rojos o naranjas no es la solución de España. Por tanto una de las bases de una reconstrucción ideológica del PP tiene que ser un planteamiento absolutamente coherente, serio, claro sobre la inmigración y basado en unas ideas muy simples: primero que la política de inmigración e integración son una sola cosa que tiene que estar determinada por la política de integración que a su vez tiene que responder a la capacidad de integración del país. Si se desborda la capacidad de absorción de la inmigración tenemos un desborde político, social, etc.
El segundo es que tiene que ser una política nacional. La integración y la recepción de los inmigrantes es una cosa de España. Los inmigrantes vienen a España y deben recibir una formación e instrumentos para vivir en España. No en Cataluña o en Valencia ni donde sea sino que en toda España. Por eso es el Estado el que debe asumir la conducción de la política de integración y las CCAA pueden aportar lo que puedan aportar. Pero tiene que haber una política nacional de inmigración y de integración y después legalidad. Sin legalidad se desmorona todo, no hay política de integración sostenible. El que comete delitos no se va a quedar en España porque eso es una reivindicación básica de la gente. Se le exige legalidad para vivir en España, que no todos siguen, como no se va a exigir legalidad para llegar a España y para quedarse en España".
"Tiene que haber un sentido de progresividad. Es decir los derechos sociales deben ganarse. Adquirirse a través de un camino. Y un principio de generalidad que dice que cualquier cosa que un inmigrante pueda recibir también debe poder recibirlo cualquier español. Y una política en la que el individuo esté en el centro y no todo estos subgrupos del multiculturalismo que son grupos opresivos del individuo. Todo el multiculturalismo con esa idea de estos grupos que viven a parte de la sociedad y no con la sociedad hay que descartarlo radicalmente. Si se adopta una línea en ese sentido creo que la mayoría de los españoles entenderían que es correcta y legítima".