El fútbol almeriense vivió el pasado sábado un duro episodio que invita a la reflexión. En un partido de benjamines disputado en Vera entre el club local, el CD Vera, y el Club Natación Almería, a un niño de nueve años le partieron la tibia y el peroné tras una durísima entrada por parte de un jugador del equipo visitante. Sólo se habían disputado 15 minutos de partido. El chasquido que se escucha en el vídeo tras la entrada, así como los gritos de dolor del chaval son sencillamente espeluznantes.
Pero lo peor vino después. El menor, que se llama Alejandro Soler Zamora, tuvo que ser retirado en brazos por el delegado del equipo y llevado al vestuario, donde le esperaba su padre. Por si fuera poco, tuvo que escuchar como algunos padres de jugadores del CN Almería le profirieron insultos desde la grada, acusándole de simular. Le espetaron frases como "farsante" o "anda, anda". Lamentable...
Para más inri, el chaval y su familia no han recibido ninguna ayuda por parte del propio club de Vera, quedando abandonados a su propia suerte.
Con ayuda de una madre de otro jugador del CN Almería, los padres acabaron trasladando al pequeño hasta el Hospital Mediterráneo de la capital almeriense, a 87 kilómetros de Vera. Allí fue operado de urgencia.
Mientras el niño y sus progenitores se buscaban la vida por su cuenta, el partido entre el Vera y el CN Almería continuó como si nada hubiera ocurrido.
Para mayor desdoro, a nadie del Vera se le ha ocurrido llamar al niño ni a sus padres para preguntarle por el estado del chaval, que se va a tener que tirar una buena temporada sin poder caminar.
La falta de sensibilidad del CD Vera es especialmente alarmante, teniendo en cuenta que se ha limitado a reaccionar con un comunicado alegando que se trata de un lance del juego. Sencillamente impresentable la actitud del propio club del chaval. Y también la del árbitro, a quien no se le ocurrió parar un partido entre niños de nueve años. Igual se creía que estaba dirigiendo la final de la Champions...