Tras la puesta de largo del Gran Premio, con los correspondientes actos promocionales y medios de comunicación, Carlos Sainz vivió una extraña situación. Según salía del circuito belga, la Policía le paraba y le sometía a un control del alcoholemia.

Tras la puesta de largo del Gran Premio, con los correspondientes actos promocionales y medios de comunicación, Carlos Sainz vivió una extraña situación. Según salía del circuito belga, la Policía le paraba y le sometía a un control del alcoholemia.