Una gesta que tiene mucho más mérito del que aparenta. La respiración en los eventos deportivos es uno de los factores clave. Pues bien, la sangre seca provoca una obstrucción en las fosas nasales y, pese a ello, Volha Mazuronak se colgó el metal dorado al cuello.
No fue su único incidente durante la prueba de maratón. Cuando apenas restaba menos de un kilómetro, la bielorrusa se desvió del recorrido, pero, gracias a la ventaja que tenía, logró imponerse.
Pese a ser una mera hemorragia nasal que se produce al romperse los vasos sanguíneos, la imagen no deja de ser de sacrificio y digna de admirar.