Arda Turan ya conoce su castigo por haber agredido a un linier durante el partido de la Superliga turca que el Basakhesir disputó el pasado viernes contra el Sivasspor: 16 partidos de suspensión.
Veinte minutos después de haber saltado al campo, el que fuera jugador del Atlético de Madrid y del Barcelona sacó a relucir su peor versión: protestó una falta de un rival que el árbitro no señaló, encarándose con el juez de línea y llegando incluso a empujarle.
El colegiado tomó cartas en el asunto y decidió expulsar al turco.
Seis días después, la Federación Turca de Fútbol ha decidido sancionar a Arda con 16 partidos de suspensión, más una multa económica de 39.000 liras —unos 8.000 euros— por esa agresión, amenazas e insultos para el trío arbitral.